BIOGRAFIA DEL PADRE ALBERTO IBAÑEZ
En Argentina, un sacerdote que trabajó incansablemente para hacer florecer en esta Nación las Convivencias con Dios es el Padre Alberto Ibáñez Padilla.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg0VEJ4sOzH7Uu3bGqkwNGflB4qN7j_7PZTS1Mqzyz0_JbZGUuYNzCVR4JpzDkSCE_2dnwcNuqBy4_r96heonEYPtcP-nDFMgyusFxgOvszBMSShxL5qw-o5y4T2azgFtWntxMaEWm9rTM/s320/jakim1.jpg)
Se ordenó sacerdote jesuita, logrando su aspiración adolescente al ingresar a la Compañía de Jesús permaneciendo en esa orden desde hace más de 50 años. Entre los numerosos estudios cursados tuvo viajes con experiencia plena, tomando las palabras de Jesús y proclamándolas en distintos países.
El Padre Ibáñez Padilla colaboró en su primera etapa en la Revista Didascalia. Escribió acerca de su Metodología Catequística, allí habla sobre las contemplaciones actuadas y establece la metodología que luego será aplicada en las Convivencias con Dios.
En Barcelona, en su último curso de formación jesuítica, nos dice el Padre Ibáñez Padilla, dio un retiro para alumnas del Sagrado Corazón. El sacerdote, cuenta que ello podría considerarse el meollo de las Convivencia con Cristo, primera de la serie de Convivencias con Dios, método de retiros espirituales de inspiración bíblica, mística y carismática.
También fue nombrado Prefecto de la Iglesia Regina Martyrum, realizó numerosas colaboraciones en la Revista Esquiú desde sus comienzos hasta la última publicación.
En el año 1962 explica que, le pidieron que fuera asesor de los grupos que se conocieron bajo el nombre de “refugios del Sagrado Corazón”, donde intercala la llamada oración espontánea y nuevos aspectos carismáticos. También comenta que, en aquellos grupos con la espiritualidad de las monjas de la Visitación, había también varones. El grupo estaba impregnado de aspectos carismáticos. Él decide resaltar el perfil bíblico de los mismos. Propone el nombre “Aín Karím”. Su lema era: “Con María, Zacarías e Isabel, llenos del Espíritu Santo, alabamos a Dios en caridad fraterna”. En el año 1972, nos cuenta que había 118 grupos de "Aín Karím" en Argentina, uno en Uruguay –Montevideo- y otro en Asunción - Paraguay-.
Viaja en 1968 a Colombia y realiza un curso de liturgia pastoral. Luego se dirije a los Estados Unidos conociendo a los llamados “pentecostales católicos”, que según afirma fue el primer nombre de los carismáticos. Visita Santiago de Chile y Mendoza y da charlas sobre la Renovación Carismática. En esta Provincia inicia el primer grupo de oración carismática en Argentina.
El Padre Ibáñez Padilla explica que, su principal apostolado fueron las Convivencias con Dios. Al regresar a la Argentina por el año 1969 organiza grupos, investiga, escribe sobre carismas y comienza a insertar los grupos de la Renovación Carismática en la Argentina. También aclara que en esta época, los pastores pentecostales ayudaron en la formación de los primeros miembros de la Renovación Carismática en la Argentina. Todo este proceso carismático, sufrió una interrupción por distintas opiniones y comenta el Padre Ibáñez Padilla, que junto con otro sacerdote siguieron bregando por este proceso, que tomó el nombre de “Renovación Espiritual”.
Para poder desarrollar las Convivencias con Dios, se funda en 1977 la Comunidad de Convivencias con Dios (CCcD).
Sus superiores, me comenta, le hicieron algunas restricciones, tales como, la de dar Convivencias con Dios fuera de Buenos Aires, y fuera de la Argentina, y algunas otras. Esas limitaciones que pudieron, según nos cuenta el Padre Ibáñez Padilla, ser un impedimento para continuar desarrollándose, permitieron que los servidores asumieran sus responsabilidades y evolucionaran espiritualmente uniéndose profundamente a Dios y siguieran creciendo tanto la Comunidad como las Convivencias con Dios.
Las Convivencias con Dios son retiros espirituales, inspirados por el Espíritu Santo. Son siete retiros. Cada uno dura una semana. Se aconseja a los participantes que hagan una por año. La serie de Convivencias con Dios es ésta: Convivencias con Cristo, con Pablo, con Pedro, con María, con el Espíritu; con la Trinidad, y la séptima: Convivencia con Dios Amor. Sirven para enlazarnos con Dios para siempre. Es una experiencia rica en la fecundidad del Amor. Las personas que asisten a esos encuentros se unen en Convivencia plena con el Señor, ayudan al proceso espiritual del hombre creciendo en unión con Dios.
En este momento tienen extensión en Hispanoamérica.
Este jesuita, brega para que las personas se reúnan en esas Convivencias, viviendo esa unión con Dios en un proceso espiritual enriquecedor, realizando un intercambio genuino de ricas experiencias religiosas en cada Convivencia, con la esperanza de que cada hombre logre con su participación una conversión plena, total, nutriéndose de la palabra de Cristo, en Unión y Acción con él.
El Padre Alberto Ibáñez Padilla, con su metodología, su fidelidad a Dios, nos enriquece y va suscitando en cada espíritu el nacimiento del hombre creyente en Cristo, logra profundas experiencias religiosas puestas al servicio de Dios, para lograr que la intimidad con el Cristo viviente sea una intimidad de avance para mejorar al hombre religioso y transformar a través del Amor de Cristo a todo aquel que quiera profundizar la Palabra del Señor y la genuina doctrina de la Iglesia.
Lo podemos encontrar en la Iglesia del Salvador, en la ciudad de Autónoma de Buenos Aires, y mantener con él una charla religiosa eficaz que nos acercará a Dios, y nos guiará a través de sus innumerables experiencias, a seguir nutriéndonos en la espiritualidad religiosa, siempre inspirados por el Espíritu Santo. Entre los Libros publicados por el Padre Alberto Ibáñez Padilla, podemos mencionar, entre otros “ Ruaj Santa La Tercera Persona Divina "; y cinco tomos sobre Lenguas para hablar con Dios que se refieren al Carisma de Lenguas.
El Padre Ibáñez Padilla, como todo sacerdote en su tarea de servidor, que habita en la Iglesia trata, a través de las Convivencias con Dios, (retiros espirituales), que el Espíritu Santo, dispensador de carismas, sea nuestra guía y fortalezca nuestra fuerza. Convivencias con Dios hace que las relaciones humanas vivan una fe óptima: el discernimiento con la intimidad de la oración y nos acerque gozosamente a una vida en comunión plena, llena de amor con nuestro Dios, siguiendo las enseñanzas de la genuina doctrina de la Iglesia.
No comments:
Post a Comment